Los hábitos veraniegos más dañinos para la boca parte 1 de 2

Como en clínica dental Jzapata nos importas, te preguntaremos ¿Sabías que probar la comida de tu hijo para ver si está caliente o fría, limpiar con tu propia saliva el chupete, ofrecerle un mordisco de tu helado o compartir cubiertos estás favoreciendo que tu hijo tenga caries si tú las tienes? La caries es una enfermedad contagiosa que se transmite de persona a persona a través de la saliva. Generalmente es la madre la que se la transmite a su bebé en los primeros 30 meses de vida a veces, incluso, a través de los besos. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la caries y la enfermedad de las encías están catalogadas como la tercera calamidad sanitaria del mundo. Se estima que el 90-95% de la población sufre esta enfermedad.

Este verano, tu sonrisa será tu principal carta de presentación. Lucir una dentadura sana, limpia y cuidada es fundamental, no sólo por higiene, sino por estética. Ahora, para qué nos vamos a engañar: una bonita sonrisa luce más durante estas fechas que en el invierno. Estos son algunos de los gestos y hábitos veraniegos comunes que son un peligro para los dientes.

La relajación

Normalmente, verano es una época de relax para todos, momento para tomarnos la vida con filosofía y tranquilidad, pero, ¿tanto dejamos nuestra rutina aparte como para dejar de cepillarnos los dientes? Durante las vacaciones se disfruta de un estado de relajación generalizada en que se modifican costumbres y hábitos como los relacionados con la higiene bucal, dándose el caso de que uno de cada cuatro españoles deja de cepillarse los dientes de manera total o parcial. Son los jóvenes frente a los adultos y los hombres frente a las mujeres, quienes más descuidan la limpieza bucal.

— La falta de cepillado aumenta el riesgo de sufrir caries, enfermedad de las encías o, en último término, la pérdida de dientes.

— La cultura española de “picar entre horas” no favorece mucho nuestra higiene. Se recomienda, después de ingerir alimentos entre comidas, al menos enjuagarse la boca varias veces. El cepillado antes de dormir es el más importante porque durante la noche los ácidos que dañan los dientes se forman más fácilmente, ya que se segrega menos saliva y el hecho de tener la boca cerrada (medio anaerobio) crea las condiciones favorables para que las bacterias proliferen.

 

 

La deshidratación

Como ya sabemos somos agua. Nuestra salud general depende, entre otras cosas, de nuestra hidratación. Un 66% del cuerpo humano es agua, y necesitamos ingerir un mínimo de 2 litros al día para mantener esa hidratación. El calor o el sol intenso sobre nuestro cuerpo provoca deshidratación constante y origina la sed que intentamos paliar, sobre todo en verano, tomando bebidas azucaradas o altamente carbonatadas (no olvidemos que este tipo de bebidas son las más perjudiciales para los dientes).

La “saliva  es mágica”, si tu boca se deshidrata, se vuelve más propensa a infectarse e inflamarse porque se segrega menos saliva, provocando la sensación de sequedad, que causa problemas para tragar, hablar, comer, llevar prótesis dentarias o, incluso, puede producir dolor, irritación o quemazón de la lengua. Por lo tanto es absolutamente necesario beber más agua que de costumbre en durante esta estación. La saliva es esencial en la defensa frente a la caries, ya que diluye y elimina los azúcares, mantiene constante el PH de la boca y aporta el calcio y fosfato necesarios para «remineralizar» el esmalte.

 

 

Bueno por hoy terminamos, en el próximo blog de nuestra clínica Jzapata continuaremos con algunas otras novedades sobre los hábitos veraniegos que dañan nuestra salud bucodental.