Aftas bucales: ¿Qué son?

Las aftas bucales son lesiones en la mucosa de la boca, aunque en la mayoría de los casos no son graves, pueden ser molestas y dolorosas. Las causas exactas no se conocen, pero pueden ser resultado de varios factores como trauma bucal, infecciones, cambios hormonales, estrés, deficiencias nutricionales y alergias alimentarias. Los síntomas incluyen dolor, sensibilidad, dificultad para hablar o comer, inflamación y ardor. Hay tres tipos de aftas bucales: menores, mayores y estomatitis aftosa recurrente. El tratamiento varía según la causa y gravedad de la lesión. Es importante mantener una buena higiene bucal, evitar irritantes y buscar atención médica si persisten o son muy dolorosas.

¿Qué son las aftas bucales?

Las aftas bucales son lesiones que se producen en la mucosa de la boca. También conocidas como úlceras orales, estas lesiones pueden ser molestas y dolorosas, aunque generalmente no representan un riesgo grave para la salud.

Aunque las causas exactas de las aftas bucales no se conocen con certeza, se cree que pueden ser el resultado de varios factores como trauma bucal, infecciones virales o bacterianas, cambios hormonales, estrés y ansiedad, deficiencias nutricionales o alergias alimentarias. Estas lesiones pueden variar en tamaño y ubicación, y sus síntomas comunes incluyen dolor, sensibilidad al calor o al frío, dificultad para hablar, comer o beber, inflamación y enrojecimiento, así como sensación de ardor o picazón.

Existen tres tipos de aftas bucales: aftas menores, aftas mayores y estomatitis aftosa recurrente. Las aftas menores son las más comunes y suelen medir menos de un centímetro de diámetro. Aunque son dolorosas, no representan un riesgo grave para la salud y tienden a desaparecer en un plazo de 7 a 14 días. Las aftas mayores son menos comunes y más grandes, con un diámetro de más de un centímetro. Son muy dolorosas y pueden tardar semanas en curarse, dejando cicatrices. La estomatitis aftosa recurrente se caracteriza por la aparición de múltiples lesiones en diferentes partes de la boca y puede causar un gran malestar.

El tratamiento de las aftas bucales depende de la causa y gravedad de la lesión. Algunas medidas que se pueden tomar para aliviar el dolor y acelerar la curación incluyen enjuagues bucales con soluciones antisépticas o antiinflamatorias, uso de analgésicos, aplicación de cremas o geles tópicos con ingredientes antiinflamatorios o anestésicos, y evitar alimentos picantes o ácidos que puedan irritar la zona afectada. Además, es importante mantener una buena higiene bucal y llevar una dieta equilibrada y rica en nutrientes. Por otro lado, para prevenir la aparición de aftas bucales se recomienda mantener una buena higiene bucal, evitar alimentos irritantes, controlar el estrés y practicar técnicas de relajación, así como realizar ejercicio físico de forma regular.

Es importante tener en cuenta que, si una afta bucal persiste durante más de dos semanas o es muy dolorosa, se debe buscar atención médica para recibir el tratamiento adecuado. También es fundamental recordar que cada persona puede experimentar las aftas bucales de manera diferente, por lo que es importante consultar con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Causas de las aftas bucales

Las aftas bucales pueden ser el resultado de diferentes factores, como:

Trauma bucal

El trauma bucal, como morderse la lengua o los labios, puede ser una causa común de las aftas bucales. Estos pequeños accidentes pueden dañar la mucosa de la boca y desencadenar la aparición de úlceras orales.

Infecciones virales o bacterianas

Las infecciones virales o bacterianas pueden contribuir al desarrollo de aftas bucales. Los virus como el herpes simple o las bacterias como el Streptococcus pueden irritar la mucosa y desencadenar la formación de úlceras.

Cambios hormonales

Los cambios hormonales, especialmente en las mujeres, pueden influir en la aparición de aftas bucales. Estos cambios pueden afectar la salud bucal y hacer que la mucosa sea más propensa a las lesiones y úlceras orales.

Estrés y ansiedad

El estrés y la ansiedad pueden ser factores desencadenantes de las aftas bucales. Estas condiciones pueden debilitar el sistema inmunológico y aumentar la susceptibilidad a las lesiones en la mucosa bucal.

Deficiencias nutricionales

La falta de ciertos nutrientes, como el hierro, la vitamina B12 o el ácido fólico, puede aumentar la probabilidad de desarrollar aftas bucales. Una dieta desequilibrada puede debilitar el sistema inmunológico y favorecer la aparición de estas úlceras orales.

Alergias alimentarias

Las alergias alimentarias pueden desencadenar la aparición de aftas bucales en algunas personas. La ingesta de alimentos a los que se es alérgico puede causar irritación y lesiones en la boca, dando lugar a úlceras orales.

Síntomas de las aftas bucales

Las aftas bucales pueden manifestarse a través de una serie de síntomas que varían dependiendo del tamaño y la ubicación de la lesión. Aunque los síntomas pueden diferir en cada individuo, existen algunos que son comunes en la mayoría de los casos.

  • Dolor en la zona afectada. Las aftas bucales suelen ser dolorosas y pueden producir molestias al hablar, comer o beber.

  • Sensibilidad al calor o al frío. Algunas personas experimentan una mayor sensibilidad en la zona afectada cuando consumen alimentos calientes o fríos.

  • Inflamación y enrojecimiento. La zona en la que se encuentra el afta puede presentar hinchazón e irritación, lo que resulta en un enrojecimiento visible.

  • Sensación de ardor o picazón. Muchas personas experimentan una sensación de ardor o picazón en la zona afectada, lo que puede resultar muy incómodo.

Es importante tener en cuenta que estos son solo algunos de los síntomas más comunes asociados a las aftas bucales. La intensidad de los síntomas puede variar de una persona a otra, así como la duración de los mismos.

Tipos de aftas bucales

Existen diferentes tipos de aftas bucales que pueden variar en tamaño, ubicación y gravedad de los síntomas. A continuación, se describen cada uno de ellos:

Aftas menores

Las aftas menores son el tipo más común de aftas bucales. Por lo general, tienen un tamaño menor a un centímetro de diámetro y se encuentran en la mucosa bucal. Aunque pueden ser dolorosas, no representan un riesgo para la salud y tienden a desaparecer en un plazo de 7 a 14 días.

Aftas mayores

Las aftas mayores son menos comunes que las aftas menores y suelen ser más grandes, con un diámetro de más de un centímetro. Se localizan en la parte posterior de la boca y pueden ser muy dolorosas, lo que dificulta hablar, comer y beber. Estas aftas pueden tardar semanas en curarse y, en algunos casos, pueden dejar cicatrices.

Estomatitis aftosa recurrente

La estomatitis aftosa recurrente se caracteriza por la aparición de múltiples lesiones en la boca. Pueden ser pequeñas o grandes y se localizan en diferentes partes de la boca, como la lengua, el paladar o las encías. Este tipo de afta bucal puede ser muy dolorosa y afectar la calidad de vida de las personas que la padecen.

Tratamiento de las aftas bucales

Enjuague bucal con soluciones antisépticas o antiinflamatorias

Un enjuague bucal con soluciones antisépticas o antiinflamatorias puede ayudar a reducir la inflamación y promover la curación de las aftas bucales. Estas soluciones, como el enjuague de agua tibia con sal o los enjuagues comerciales específicos para aftas, pueden utilizarse varias veces al día después de las comidas y antes de acostarse. Es importante seguir las instrucciones del producto y enjuagar la boca durante 30 segundos antes de escupirlo.

Uso de analgésicos para aliviar el dolor

Para aliviar el dolor asociado a las aftas bucales, se pueden tomar analgésicos de venta libre, como el paracetamol o el ibuprofeno según las indicaciones del prospecto o las recomendaciones de un profesional de la salud. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar el malestar. Es importante seguir las indicaciones de dosificación y consultar a un médico si el dolor persiste o empeora.

Aplicación de cremas o geles tópicos

Las cremas o geles tópicos con ingredientes antiinflamatorios o anestésicos pueden ser aplicados directamente sobre las aftas bucales para aliviar el dolor y promover la curación. Estos productos suelen estar disponibles en farmacias sin necesidad de receta médica. Se recomienda seguir las instrucciones del producto y aplicar una pequeña cantidad en la zona afectada con un hisopo o con la yema del dedo limpio.

Consejos para aliviar el malestar

  • Evitar alimentos picantes o ácidos que puedan irritar la zona afectada.

  • En caso de dolor intenso, evitar alimentos duros o difíciles de masticar.

  • Mantener una buena higiene bucal cepillando los dientes suavemente y utilizando hilo dental.

  • Evitar el consumo de alcohol y tabaco, ya que pueden irritar y retrasar la curación de las aftas bucales.

Seguir estos consejos puede ayudar a aliviar el malestar y promover la curación de las aftas bucales. Sin embargo, si las aftas persisten durante más de dos semanas o causan un dolor insoportable, es recomendable buscar atención médica para un diagnóstico adecuado y un tratamiento específico según cada caso.

Prevención y cuidados

Una correcta higiene bucal es fundamental para prevenir la aparición de aftas bucales. Asegúrate de cepillar tus dientes al menos dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y pasta dental con flúor. No olvides cepillar también tu lengua y usar el hilo dental para eliminar los restos de comida y la placa bacteriana entre los dientes.

Dieta equilibrada y rica en nutrientes

Una alimentación adecuada puede jugar un papel importante en la prevención de las aftas bucales. Asegúrate de incluir en tu dieta alimentos ricos en vitaminas y minerales, como frutas, verduras, lácteos, pescado y carnes magras. Evita el consumo excesivo de alimentos procesados, azúcares refinados y bebidas carbonatadas, ya que pueden aumentar la irritación de la mucosa bucal.

Realizar deporte de forma regular

El ejercicio físico regular no solo beneficia a tu salud general, sino que también puede contribuir a prevenir las aftas bucales. La actividad física activa la circulación sanguínea y fortalece el sistema inmunológico, lo que reduce el riesgo de desarrollar lesiones en la mucosa bucal. Encuentra una actividad que te guste y procura realizar ejercicio de forma regular, al menos 30 minutos al día.

Cuándo buscar atención médica

En la mayoría de los casos, las aftas bucales son molestas pero no representan un riesgo grave para la salud. Por lo general, desaparecen por sí solas en un plazo de 7 a 14 días. Sin embargo, hay situaciones en las que es recomendable buscar atención médica. A continuación, se enumeran algunas circunstancias en las que se debe considerar consultar a un profesional de la salud:

  • Si las aftas bucales persisten durante más de dos semanas sin mostrar mejoría.

  • Si las aftas causan un dolor intenso y dificultan actividades básicas como hablar, comer o beber.

  • Si se presentan síntomas adicionales, como fiebre, inflamación de las encías o dificultad para tragar.

  • Si las aftas bucales son recurrentes y afectan significativamente la calidad de vida.

  • Si se desarrollan úlceras en áreas atípicas de la boca, como los labios o la lengua.

  • Si hay señales de infección, como pus o enrojecimiento extendido en la zona afectada.

Ante cualquiera de estas situaciones, es recomendable programar una cita con un dentista, médico de cabecera o especialista en enfermedades bucales para recibir un diagnóstico adecuado y determinar el tratamiento más apropiado para cada caso.